El enfoque del Equipo Clínico de ATAM está basado en la aplicación de las Ciencias de la Complejidad a la intervención clínica. En particular, a todo lo relacionado con la discapacidad, en respuesta a nuestra trayectoria de más de 40 años trabajando en este campo.
Considerar a la persona (con o sin discapacidad) un simple conjunto de órganos es deshumanizar, y en ATAM tenemos la enorme ambición de perseguir lo que subyace en todo acto médico: el Factor Humano.
En ATAM estamos convencidos de que no es el usuario quien debe perseguir a cada especialista, adaptándose a interminables y aleatorias listas de espera. Nuestro objetivo, singular y único, es el bienestar de la persona a través de la previsión y la prevención de la discapacidad y el tratamiento en equipo. Para ello, sugerimos una sistemática de trabajo basada en un conjunto de referencias de bienestar que consideramos la base de la intervención en la discapacidad, la cronicidad y la dependencia.
Leer másLa prevención de la dependencia se basa en la valoración funcional multidimensional del adulto, y está destinada a incrementar el control sobre los determinantes de salud. Promueve un enfoque centrado en el paciente con la participación coordinada de diferentes especialistas (medicina de familia, neurología, psiquiatría, oftalmología, psicología, rehabilitación). Tiene como objetivos principales la promoción de la autonomía y el envejecimiento activo, sensibilizar a la población general en la importancia de la adquisición de hábitos de vida saludables e identificar a los adultos vulnerables. Además, se valoran los indicios de problemas potenciales no diagnosticados o no abordados previamente.
Leer másCon esta valoración se pretende detectar a las personas mayores de 60 años con mayor riesgo de progresar hacia la discapacidad. Valorar la fragilidad consiste en analizar la vulnerabilidad de una persona o su predisposición a desarrollar enfermedades o procesos adversos como hospitalizaciones, cirugías e inmovilidad prolongada, que conducen al deterioro o incluso la pérdida de su capacidad funcional, que en muchos casos supone depender de otras personas. La fragilidad es un buen predictor de efectos adversos de salud a corto, medio y largo plazo.
El núcleo de la fragilidad es el aumento de la vulnerabilidad producido por una alteración en múltiples sistemas, que conduce a una alteración de la reserva homeostática, es decir, de la capacidad de adaptación.
Detección de posibles factores de riesgo para el desarrollo de enfermedades neurodegenerativas con el fin de promover hábitos de vida saludable que retrasen el impacto del deterioro en las actividades de la vida diaria.
Diagnóstico precoz de enfermedades neurodegenerativas que afectan a los sistemas nerviosos central (SNC) y periférico (SNP), así como al sistema nervioso autónomo (SNA).
Mediante la elaboración de una historia clínica minuciosa y una exhaustiva exploración neurológica, valoramos la necesidad de realizar pruebas complementarias que soporten el diagnóstico de sospecha.
Nuestra metodología se basa en un abordaje integral con el objetivo de diagnosticar y detectar las consecuencias que diferentes patologías pueden tener sobre el funcionamiento del individuo, para facilitar, mantener o devolver a la persona el mayor grado de capacidad funcional e independencia posibles.
Para ello identificamos los diferentes componentes que afectan a la realización de las actividades cotidianas de una persona y planteamos estrategias para mantener o mejorar su capacidad y su autonomía.
Además, se comparte, analiza y coordina la información de otras especialidades para obtener una visión completa de las capacidades de la persona. Para ello utiliza toda información disponible y la exploración directa del paciente, con la valoración estrictamente física de su fuerza, rangos articulares, flexibilidad, velocidad de reacción, espasticidad y otras mediciones que se extraen de pruebas complementarias, escalas o registros, así como una evaluación del estado emocional.
Los destinatarios de este tipo de valoración son todas aquellas personas que, por cualquier problema de índole física, cognitiva, emocional o social, tengan algún tipo de afectación funcional.
Desde ATAM nos proponemos anticipar, prevenir y fortalecer los factores de prevención relacionados con el desarrollo de los trastornos del ánimo con el fin de evitar las situaciones de dependencia derivadas de su aparición.
Valoramos el estado del ánimo, rasgos de la personalidad y en general el estado mental de la persona; abordamos enfermedades como la depresión, la ansiedad y las alteraciones de regulación emocional tanto en niños como en adultos, desde un enfoque preventivo y dirigido a la optimización del funcionamiento y las capacidades del individuo.
Los trastornos del neurodesarrollo tienen su origen en la fase madurativa del cerebro durante la gestación y la infancia y sucede cuando se observan alteraciones en el desarrollo, retraso en la maduración cerebral o en el funcionamiento cognitivo y comportamental.
Desde ATAM se realiza la valoración de los trastornos del neurodesarrollo con la intención de identificarlos precozmente y con el fin de orientar hacia una atención temprana de los trastornos.
Se evalúan trastornos relacionados con la adquisición del lenguaje, retraso madurativo, trastorno por déficit de atención con o sin hiperactividad, trastornos del espectro autista, alteraciones de conducta, etc.
Las dificultades de aprendizaje son dificultades significativas en la adquisición y uso de la lectura, la escritura, el razonamiento abstracto o las habilidades específicas, como las matemáticas. Estas dificultades pueden aparecer de forma aislada afectando al rendimiento académico y produciendo fracaso escolar, o junto con otros trastornos del neurodesarrollo que afectan a la adquisición de nuevos aprendizajes.
En esta valoración, analizamos todas las posibles causas que inciden en el bajo rendimiento escolar de cada niño y se orienta en un plan de apoyos destinado a mejorar la capacidad de adaptación y aprendizaje.
Aborda situaciones como la dislexia, la discalculia, altas capacidades, trastorno del aprendizaje no verbal, digrafía, disortografía, etc.
En este servicio analizamos el funcionamiento de todas las estructuras implicadas en el proceso visual. En la percepción visual, no solamente interviene el ojo. La “imagen” o señal visual recogida por el globo ocular es parcialmente procesada in situ, y posteriormente transmitida al cerebro y completada en un complejo sistema de redes y conexiones neuronales, que dan a la imagen un significado completo y contextualizado que es fundamental valorar en la exploración neuro-oftalmológica.
A través de un análisis detallado del funcionamiento ocular y cerebral (atendiendo a técnicas específicas para valorar la respuesta funcional), podemos llegar al diagnóstico específico del problema y proponer la intervención más adecuada. En la mayoría de los casos se requiere de una valoración multidisciplinar en la que suelen intervenir neurología y neuro-psicología para proponer una solución adecuada.