El desarrollo del lenguaje en los niños

EQUIPO CLÍNICO DE ATAM

La adquisición del lenguaje es uno de los hitos más significativos en el desarrollo de los niños. Su aparición además favorece la evolución del pensamiento y otras competencias cognitivas, así como permite un desarrollo del autocontrol.

El lenguaje se aprende de forma natural y espontánea. No seguimos un método de enseñanza estructurado. Aunque como padres tenemos una habilidad innata para dirigirnos a los bebés de una forma que favorece y estimula su desarrollo. Tendemos a hablar con voz pausada y alargando los sonidos. Esto permite que vayan aprendiendo a discriminar los sonidos propios de nuestra lengua. Además hacemos correcciones ampliando información que sirve como modelo sobre los que van construyendo poco a poco su competencia lingüística.

El desarrollo del lenguaje está muy relacionado con las interacciones que tienen los niños con sus padres y con otras personas de su entorno. Éstas son claves para su estimulación. Aquellos niños que tengan más interacción con el adulto recibirán mayor cantidad de modelos. A su vez podrán ir integrando en el aprendizaje y desarrollo de su lenguaje dando lugar a una evolución más temprana del mismo.

 

El desarrollo del lenguaje en los primeros meses

 

El lenguaje va emergiendo progresivamente gracias a la interacción de muchos dominios cognitivos. Requiere de la evolución de los sistemas de memoria, de atención, el reconocimiento de objetos y la categorización, las habilidades sociales y emocionales y también de habilidades motoras no lingüísticas. Es un aprendizaje jerárquico que requiere de varios pasos previos a la emisión de las primeras palabras. Aquí exponemos algunos hitos en el desarrollo de la comunicación y el lenguaje infantil.

Durante los primeros meses se desarrolla el analizador auditivo. Los bebés comienzan a diferenciar entre los diferentes sonidos del ambiente y los relacionados con el habla. Llegan a un nivel de especialización a los 12 meses.

A los 3 meses empieza el balbuceo acompañado de actividad motora.

Durante el primer año se desarrollan otras herramientas que favorecen el desarrollo del lenguaje. Aparecen formas básicas de cognición social con el seguimiento de la mirada al adulto y la aparición de la sonrisa social. Hay un aumento de la capacidad para mantener la atención y un mayor desarrollo de las habilidades perceptivas.

Ya desde los 8 meses pueden identificar palabras con las que están familiarizados y empiezan a almacenarlas en su memoria. Ésta conexión sonido-significado favorece el desarrollo de este proceso de adquisición del lenguaje. Asignan sonidos ambientales con otros objetos o referentes. Por ejemplo, el mugir de una vaca con la vaca, el maullido con el gato.. etc.

Durante los 9 meses aparecen las primeras interacciones niño-adulto. Se va desarrollando de forma progresiva la capacidad de atender de forma compartida con el adulto. Esto es un buen predictor del desarrollo lingüístico en etapas posteriores.

A los 10 meses puede reconocer y responder cuando se le llama por su nombre.

Desde los 9-10 meses ya están preparados para emitir sus primeras palabras y se observa un mayor nivel comprensivo que expresivo.

 

El desarrollo del lenguaje en los primeros años

 

Desde los 12 meses comienzan a señalar y usar gestos para enseñar cosas al adulto. Empiezan a incorporar rutinas gestuales, como decir hola y adiós. Y van incorporando gestos a sus producciones verbales, como por ejemplo, ponerse un teléfono en la oreja o peinarse. El uso de gestos y la comunicación gestual es un buen indicador de un desarrollo adecuado del lenguaje.

A los 16-20 meses sucede una explosión de vocabulario. Introducen gran cantidad de nuevas palabras que va aumentando de forma progresiva. Además, van integrando más proporción de adjetivos y verbos. Durante este periodo también aparece el uso combinado de palabras formando frases sencillas de 2-3 palabras.

A partir de los 28 meses se observa una mejora en la complejidad gramatical. Esta está asociada al conocimiento del vocabulario. Cuanto más vocabulario tenga, más tempranamente evolucionará a expresiones gramaticalmente más complejas.

En cuanto al desarrollo fonológico, requiere del desarrollo de habilidades motoras que suceden en paralelo con el aprendizaje del lenguaje. Es entre los 2 años y los 4 cuando se va perfeccionando la pronunciación de sonidos. Aunque suele ser bastante variable según cada niño, la pronunciación de determinadas sílabas complejas y algunos fonemas como la /rr/ no se adquieren en su totalidad hasta los 5 o 6 años.

 

Indicadores de un buen desarrollo del lenguaje

 

En el desarrollo del lenguaje existe un amplio rango de diferencias individuales, que los profesionales podemos considerar como una trayectoria adecuada. Te indicamos algunas claves sobre cuándo es conveniente acudir a un logopeda o especialista en lenguaje para valorar:

Si a los 6 meses no hay vocalizaciones, no balbucea y no sonríe ante la voz de su figura de apego.

Desde lo 12-18 meses no comprende palabras familiares, no parece que responda al nombre, no señala objetos. Además no requiere del adulto para realizar juegos, le cuesta mantener atención conjunta con el adulto o no dirige la mirada a su figura de apego cuando éste habla.

Durante los 24-30 meses no tiene un vocabulario de 20-30 palabras, no hace frases de 2 palabras, no comprende instrucciones sencillas.

A los 3 años no hace uso de frases de dos o más palabras, tiene habla inteligible para otras personas del entorno y no tiene más de 50 palabras en su vocabulario.

Desde los 4 años no estructura frases de más de 5 palabras. Además no comprende instrucciones o preguntas complejas y no hace uso del lenguaje para expresar emociones o sentimientos.

Durante los 5 años, no puede usar el lenguaje para contar sus experiencias o situaciones. No es capaz de mantener una conversación con adultos y le cuesta pronunciar sílabas complejas.

 

Algunas claves para favorecer el lenguaje

 

  1. Dedica un tiempo diario para hablar y jugar con tu hijo. De forma que pueda obtener modelos sobre los que ir construyendo el lenguaje. Incluso cuando el niño no lo requiera de forma espontánea. La cantidad de interacciones que realizamos con nuestros hijos es clave para el desarrollo de la competencia lingüística.

 

  1. Pronuncia correctamente las palabras mal emitidas por el niño. Intenta no hacer correcciones, simplemente devuélvele el modelo adecuado. De forma que pueda ir integrándolo en su memoria.

 

  1. Haz correcciones y ampliaciones indirectas sobre lo que dice el niño. De esta forma irá incorporando en su repertorio estructuras cada vez más complejas. Añade palabras y conceptos a lo que va expresando el niño, como por ejemplo:

                  Niño:  mamá, tamión.

                  Mamá: Sí, ¡Qué camión más bonito tienes! Es un camión amarillo muy grande.

  1. Dedicar tiempo para hacer juegos que requieran atención conjunta y permitan desarrollar otras competencias como la imaginación, la atención y la memoria. Jugar a hacer como si, colaborar en juegos de construcción, leed cuentos… etc.

 

  1. Leer cuentos sencillos y repetirlos frecuentemente para que vaya interiorizando las estructuras del lenguaje que se exponen. Hacer asociaciones de diferentes gestos con sonidos o de los sonidos de los animales.

 

  1. El aprendizaje del lenguaje es un proceso activo y creativo por parte del niño. Él es el propio director de su aprendizaje. Es más importante adaptarse a sus intereses que hacer muchos intentos por enseñarle contenidos.

 

  1. Introducir el lenguaje de signos en edades tempranas. El lenguaje de signos ayuda a reforzar la conexión sonido-significado. Ayuda en el proceso de identificación y comprensión de las palabras, por lo que hacer uso de este recurso favorece el desarrollo del lenguaje en los más pequeños.

 

 

Sobre el autor

María Laorden

Neuropsicóloga del Equipo Clínico de ATAM

© Atam para el Apoyo Familiar 2020