Ictus: cómo evitarlo y superarlo

EQUIPO CLÍNICO DE ATAM

El ictus es una enfermedad cerebrovascular que ocurre cuando el suministro de sangre al cerebro se interrumpe. Bien por la rotura de un vaso sanguíneo, o bien, por la obstrucción de éste. Como consecuencia, los nutrientes como la glucosa y el oxígeno no pueden nutrir las células y éstas mueren al cabo de unos minutos.

 

Principales síntomas del ictus

 

Estos son los principales síntomas que suelen indicar que se puede estar sufriendo un ictus:

– Dolor de cabeza.

– Adormecimiento y debilidad en el área afectada (brazos, piernas, cara, hemicuerpo).

– La dificultad para hablar y/o comprender lo que se habla.

– Dificultad para andar, pérdida de equilibrio y coordinación.

– Ceguera repentina.

 

Tipos y causas

 

El ictus puede ser hemorrágico ( aproximadamente en un 15%) o isquémico (alrededor del 85%). Un ictus hemorrágico habitualmente es el resultado de una anomalía vascular o de hipertensión arterial de larga evolución. Este suele evolucionar de forma progresiva durante horas o días.

El ictus isquémico es causado por la interrupción del aporte de sangre al cerebro. Por otra parte, la arterioesclerosis causa estrechamiento de los vasos sanguíneos. Estos trombos o el embolismo pueden causar oclusión vascular, lo que produce infartos del tejido cerebral.

 

Factores de riesgo

 

Los factores de riesgo más habituales son la edad, la hipertensión, la enfermedad de la arteria carótida, la fibrilación atrial, enfermedades cardíacas diversas, y los trastornos o enfermedades de la sangre que alteran su viscosidad.

También se ha observado que las personas de raza negra tienen un riesgo mayor de sufrir ictus. Así como el abuso de tabaco o drogas también fomentan la posibilidad de padecer esta patología.

Se puede reducir el riesgo de sufrir un ictus llevando una vida saludable y siguiendo las siguientes recomendaciones:

-No fumar.

-Hacer ejercicio físico.

-Moderar el consumo de alcohol.

-Realizar una dieta mediterránea.

-Controlar la presión arterial.

 

Trastorno depresivo post ictus

 

Además, aunque se supere la enfermedad, es común tener ciertas secuelas tras haber sufrido un ictus. Los trastornos neuropsiquiátricos son frecuentes tras un accidente cerebro-vascular. Se puede ver todo el espectro de trastornos psiquiátricos. Los más frecuentes son la depresión, la ansiedad, la incontinencia emocional y una tendencia a las reacciones catastróficas.

Es importante estudiar la depresión post ictus por su frecuencia y por sus consecuencias debilitantes. Puede interferir con la rehabilitación, el proceso de recuperación y calidad de vida, y es un factor adicional de carga para los cuidadores.

 

Los síntomas asociados a la depresión post ictus incluyen:

-Bajo estado de ánimo persistente.

-Culpa.

-Falta de esperanza hacia el futuro.

Anhedonia.

 

Puede ser difícil establecer el diagnóstico. Ya que a menudo hay problemas de comunicación debido a dificultades del lenguaje, asociados a deterioro cognitivo. Sin olvidar las dificultades para diferenciar entre síntoma de depresión y síntomas de otras patologías médicas.

Lo importante es saber que el tratamiento con medicación antidepresiva es eficaz y es bien tolerado por el paciente. Más del 60 % de los pacientes tratados con medicación antidepresiva respondieron favorablemente.

 

Conclusiones

 

El ictus es una enfermedad que origina la segunda causa de muerte en España, y la primera en el caso de las mujeres. Representa casi el 70% de los ingresos en neurología. Y en la mitad de los casos el paciente se recupera casi al cien por cien o con secuelas mínimas. Lo importante siempre es detectarlo a tiempo y llamar a los servicios de urgencias para tratarlo tempranamente.

El 90 por ciento de los casos son predecibles considerando los factores de riesgo mencionados. Por lo que actuar contra los riesgos y reducir sus consecuencias es la prevención más eficaz contra el ictus.

Sobre el autor

Dr. José Antonio García

Psiquiatra del Equipo Clínico de ATAM

© Atam para el Apoyo Familiar 2020