La biomecánica es la ciencia que se centra en el estudio de la estructura, función y movimiento de los sistemas biológicos, utilizando los métodos de la mecánica.
Los factores humanos o la ergonomía tienen que ver con la adaptación entre el usuario, el equipo y su entorno. Tiene en cuenta las capacidades y las limitaciones del usuario, con el fin de que pueda realizar las tareas o funciones.
Dentro de la biomecánica, mediante la ergonomía se busca diseñar equipos y dispositivos que se ajusten al cuerpo humano y a sus capacidades cognitivas.
La Asociación Internacional de Ergonomía define la ergonomía como la disciplina científica que estudia las interacciones entre los seres humanos y otros elementos de un sistema. Utiliza teoría, principios, datos y métodos con el fin de diseñar, y obtener así un bienestar general y un buen rendimiento humano.
¿Qué es un exoesqueleto?
Dentro del concepto de la biomecánica y, dentro de la propia ergonomía, surge el exoesqueleto. Se trata de un dispositivo mecánico que, colocado sobre el cuerpo de la persona, facilita su movimiento de la manera más fisiológica posible.
Los exoesqueletos surgen para ayudar a las personas mayores o con discapacidad a caminar por su propio pie. Este avance permite que las personas que no podían andar, o tenían gran dificultad, tengan más fácil hacerlo con este dispositivo. Pueden ser especialmente beneficiosos para las personas mayores que experimentan dificultades relacionadas con la movilidad y la fuerza, debidas al envejecimiento.
A continuación, señalamos algunas formas en las que los exoesqueletos pueden ayudar a las personas mayores:
- Movilidad mejorada: Los exoesqueletos pueden proporcionar soporte y asistencia mecánica para ayudar a las personas mayores a caminar y moverse con mayor facilidad. Esto es especialmente útil para aquellos que tienen debilidad muscular o problemas articulares, lo que les permite mantener su independencia y participar en actividades diarias.
- Prevención de caídas: Las caídas son un problema común entre las personas mayores y pueden tener consecuencias graves para la salud. Los exoesqueletos pueden proporcionar estabilidad y equilibrio adicional, lo que ayuda a reducir el riesgo de caídas y lesiones relacionadas.
- Reducción de la carga física: El envejecimiento puede llevar a una disminución de la fuerza y resistencia física, lo que dificulta la realización de tareas que antes eran sencillas. Los exoesqueletos pueden proporcionar asistencia mecánica, aliviar la carga física y permitir que las personas mayores realicen actividades que de otro modo podrían ser demasiado agotadoras.
- Rehabilitación y terapia: Los exoesqueletos también pueden ser utilizados en programas de rehabilitación para personas mayores que se están recuperando de lesiones o cirugías. Estos dispositivos pueden ayudar en la rehabilitación de las articulaciones y los músculos, facilitando el proceso de recuperación y mejorando la función física.
- Mejora de la calidad de vida: Al mejorar la movilidad, la fuerza y la independencia, los exoesqueletos pueden contribuir a una mejor calidad de vida para las personas mayores. Les permite mantenerse activos, participar en actividades sociales y disfrutar de una mayor autonomía en su vida diaria.
Es importante tener en cuenta que el uso de exoesqueletos en personas mayores debe ser evaluado caso por caso, y es necesario contar con la supervisión y orientación de profesionales de la salud para determinar la idoneidad y los beneficios potenciales. Cada persona tiene necesidades y condiciones únicas, por lo que es fundamental trabajar en estrecha colaboración con médicos, fisioterapeutas y otros profesionales capacitados para garantizar un uso seguro y efectivo de los exoesqueletos.
Por desgracia, el uso de estos dispositivos aún no está generalizado y al alcance de cualquier ciudadano. Debido a su alto coste y complejidad de uso, hoy en día todavía se considera una tecnología casi experimental, que apenas está empezando a ponerse en práctica en ámbitos muy concretos. Con el tiempo, conforme la tecnología se vaya haciendo más accesible y los profesionales tengan mayor formación al respecto, se podrá lograr que llegue a todas las personas mayores que lo necesiten.
Sobre el autor
Dr. César Hernández de la Peña
Médico rehabilitador del Equipo Clínico de ATAM