Inestabilidad del hombro, ¿por qué se sale mi hombro?

EQUIPO CLÍNICO DE ATAM

Hay personas que se les sale el hombro muy fácilmente, incluso haciendo movimientos simples, ¿a qué se debe esto? A continuación te explicamos todo lo que debes saber sobre la inestabilidad del hombro.

 

¿Qué es un hombro inestable?

 

La articulación del hombro es la articulación con mayor grado de movilidad de todo nuestro cuerpo. Por esta misma razón, es también la más inestable de todas.

La inestabilidad de hombro, también llamada inestabilidad glenohumeral, se refiere a la pérdida de la relación normal entre el húmero y la escápula. De manera que la cabeza del húmero se sale o tiende a salirse de la cavidad glenoidea (glena), que es la parte de la escápula con la que articula el húmero.

 

 

La inestabilidad de hombro se asocia a una pérdida de su movimiento normal. Conlleva dolor y la posible aparición de miedo o aprensión a mover el brazo. Lo cual tiene repercusión directa sobre nuestras actividades de la vida diaria.

 

La inestabilidad puede variar. Puede producirse una subluxación (sensación de que el hombro está “suelto” o a punto de salirse) con sensación de incomodidad y no siempre acompañada de dolor. Otra posible lesión es una luxación completa del hombro. Esta se acompaña de un dolor muy intenso y requiere en muchas ocasiones de maniobras específicas para recolocar la articulación.

 

El hecho de haber sufrido una luxación traumática del hombro aumenta la posibilidad de que se repita en más ocasiones. Puede suceder incluso sin necesidad de un traumatismo importante. En este caso se denomina luxación recidivante de hombro o inestabilidad recidivante de hombro.

 

Una persona a la que se le sale el hombro por primera vez con menos de 18 años tiene un 90% de posibilidades de que se repita la luxación. Mientras que una persona mayor de 40 años suele presentar episodios únicos y lo habitual es que no se le vuelva a salir. Por ese motivo el tratamiento suele ser conservador, es decir, reducir la luxación sin operar el hombro.

 

¿Por qué se produce?

 

La inestabilidad de hombro puede ser secundaria a un traumatismo como son las caídas, golpes directos o torsiones bruscas. También puede tener un origen no traumático, como resultado de una holgura progresiva de la articulación. Puede ser provocada por movimientos forzados de manera repetida y mantenidos en el tiempo, es decir, por un uso repetitivo de la articulación.

 

Tipos principales de inestabilidad en el hombro

 

 Inestabilidad multidireccional

Personas a las que se les sale el hombro desde muy jóvenes y que en realidad no sufren ninguna lesión, sino que son muy laxos. Estas inestabilidades suelen ser bilaterales, empiezan a edades tempranas y no suelen ser muy dolorosas ya que no se rompe ninguna estructura. Suele tratarse de una lesión no traumática. Al realizar una resonancia, no suelen observarse lesiones.

 

Inestabilidad unidireccional

Suele deberse a un traumatismo. Normalmente son más habituales en el deporte y sobre todo de contacto. En este caso la persona tiene un hombro estable pero que se luxa por una lesión, rompiéndose alguna estructura de las que dan estabilidad al hombro. Suelen ser los ligamentos anteriores (labrum, zona de inserción de los ligamentos en la cápsula). Por eso lo más frecuente es que la cabeza del húmero se salga hacia delante.

Es determinante la edad de la primera luxación, porque cuanto más joven es el paciente cuando se le sale el hombro por primera vez, más posibilidades existen de que se repitan los episodios.

 

 

¿Quién la puede sufrir?

 

Los factores principales determinantes en la luxación de hombro son la edad y la actividad física.

Las luxaciones traumáticas de hombro se dan generalmente en gente joven. Sobre todo en la segunda década de la vida y en varones, principalmente en relación con la práctica deportiva. Existe más probabilidad de recidiva cuando se practican deportes de contacto. Por ejemplo, rugby, baloncesto, artes marciales, gimnasia, escalada, etc.

 

A partir de los 60 años también hay un pico de incidencia en relación con las caídas con apoyo sobre el mismo brazo. En estos casos es frecuente la asociación con roturas traumáticas del manguito rotador.

 

¿Qué síntomas produce?

 

La subluxación generalmente implica una salida parcial de la cabeza humeral y su posterior recolocación. Esta sensación es desagradable y puede generar molestias, incluso la sensación de que el brazo queda “muerto”. Si la luxación es completa, el dolor es mucho más intenso. Quedando una deformidad evidente en el hombro e imposibilidad para moverlo.

 

Los hombros con inestabilidad de repetición suelen presentar dos lesiones típicas:

Lesión de Bankart. Lesión del labrum glenoideo, que es la estructura en la que se insertan la cápsula y los ligamentos que unen la escápula al húmero. Suele consistir en un arrancamiento del labrum de su inserción en el hueso, quedando suelta de forma que los ligamentos no cumplen correctamente su función. Cuando el labrum se lesiona en su parte superior hablamos de una lesión SLAP (por su acrónimo en inglés).

Lesión de Hill-Sachs. Fractura hundimiento de la parte posterolateral del húmero. Se produce cuando el hombro se luxa completamente y la cabeza humeral sufre un hundimiento en la zona donde se queda encajada.

 

¿Cómo se diagnostica?

 

En el caso de una luxación aguda, el diagnóstico es evidente por los síntomas antes descritos. Se confirma con una radiografía que demuestra una pérdida de la relación normal de la cabeza humeral y la escápula.

Una vez reducido el hombro, se realiza una nueva radiografía en la misma proyección que nos confirme que ha vuelto a su sitio. Más tarde se suele realizar una resonancia magnética para valorar el grado de lesiones óseas y de partes blandas, si las hubiera. Frecuentemente la resonancia mostrará las dos lesiones típicas que hemos comentado antes (Bankart y Hill-Sachs). En los casos en que el hombro se haya salido en muchas ocasiones (luxación recidivante) puede existir un defecto de hueso en la parte anterior de la glena y la lesión de Hill-Sachs suele ser más grande.

 

¿Qué tratamiento tiene?

 

Cuando se presenta una luxación aguda el tratamiento inicial es su reducción urgente. Puede ser espontánea (autorreducción), pero si no es así, debe ser reducida por personal sanitario entrenado en maniobras específicas para evitar mayores lesiones.

Tras un primer episodio de inestabilidad, si no hay lesión ósea, habitualmente el tratamiento es conservador. Implica la inmovilización con un cabestrillo durante 2-3 semanas. Una vez que el dolor esté controlado, comenzar el tratamiento rehabilitador destinado a recuperar la movilidad.

La mayor parte de las luxaciones multidireccionales (no traumáticas) no necesitan tratamiento quirúrgico, salvo cuando se convierten en dolorosas o excesivas. La mayoría de las inestabilidades de hombro asociadas a laxitud se tratan mediante rehabilitación con buenos resultados.

En el caso de la luxación unidireccional (traumática) su tratamiento habitualmente es la cirugía.

Si la luxación es recidivante (que se repite en el tiempo), tras el oportuno estudio, suele ser aconsejable la cirugía artroscópica para reparar las estructuras dañadas. Así se devolverá la estabilidad a la articulación. Con un tratamiento adecuado, lo habitual es conseguir una recuperación funcional completa para la práctica deportiva y trabajos habituales.

En el resto de los casos en los que no haya llegado a ocurrir una luxación, la primera opción de tratamiento es la rehabilitación mediante ejercicio terapéutico. En cualquiera de los casos, es importante realizar una progresión adecuada de los ejercicios bajo la supervisión del médico rehabilitador y el fisioterapeuta. Comenzando por movimientos controlados en los que la mano este en contacto con una superficie estable como una mesa o una pared. Posteriormente, se puede progresar a ejercicios en piscina, y el entrenamiento para mejorar la fuerza y resistencia de la musculatura del brazo.

 

Sobre el autor

Dr. César Hernández de la Peña

Médico rehabilitador del Equipo Clínico de ATAM

© Atam para el Apoyo Familiar 2020