¿Qué patologías causan deterioro cognitivo?

EQUIPO CLÍNICO DE ATAM

Existen múltiples patologías que pueden provocar deterioro cognitivo. Te contamos algunos de los casos más frecuentes.

El deterioro cognitivo produce una alteración del funcionamiento de las funciones cerebrales. Puede producir alteraciones en la memoria, la atención, en el lenguaje, en la realización de tareas complejas o en cualquier otra función cerebral. La afectación del deterioro cognitivo puede hacerse a distintos niveles; mientras que en algunos casos solo será una impresión subjetiva del tipo “qué mal tengo la memoria”. En otros casos puede evolucionar y producir un empeoramiento progresivo hasta el punto de que llegue a afectar a la realización de tareas cotidianas como pueden ser la compra en el supermercado o incluso la compra.

 

Cuáles son las patologías que lo causan

Existen múltiples patologías que pueden producir deterioro cognitivo a lo largo de su evolución, pudiendo existir un empeoramiento progresivo. Por eso, es importante conocer la causa ya que, dependiendo de la misma, puede evolucionar de forma paulatina, ser tratable e incluso reversible.

 

Cuando pensamos en el deterioro cognitivo, la primera patología que nos viene a la cabeza es la enfermedad de Alzheimer. En esta enfermedad, se produce un deterioro progresivo e irreversible, que acaba afectando a la vida diaria de las personas que lo sufren al no poder realizar sus tareas diarias y necesitar la ayuda o supervisión de una tercera persona.

 

Otra de sus causas más habituales es la enfermedad de origen vascular. Pequeños infartos cerebrales debidos a episodios de hipertensión arterial, niveles altos de colesterol en sangre, diabetes mellitus, tabaco o alcohol, pueden provocar pérdidas de memoria irreversibles, pero habitualmente no progresivas en el tiempo si no hay nuevos episodios vasculares. En este caso, es importante el control de los factores de riesgo cardiovascular ya mencionados para evitar que se sigan produciendo ictus de repetición.

 

Además, ciertas enfermedades neurológicas, en estadíos avanzados, también pueden ser causa de deterioro cognitivo, como es el caso, entre otros, de la enfermedad de Parkinson, la Corea de Huntington, la esclerosis múltiple o la enfermedad de Creuzfeldt-Jakob.

 

El síndrome de inmovilidad y caídas también es una causa de deterioro cognitivo. La inmovilidad, tan común en personas de edad más avanzada, influye en la funcionalidad del individuo. Este deja de realizar y planificar las actividades cotidianas que realizaba de forma rutinaria, por lo que se produce una alteración de las funciones cognitivas de forma rápida.

 

Qué papel juega la alimentación

Es importante mencionar también a las alteraciones nutricionales como causa muy frecuente de deterioro cognitivo. Es este caso, además, se trata de una causa reversible de forma habitual si se revierten dichas alteraciones, mediante suplementación de la vitamina que falta. Habitualmente, las carencias de vitamina B12 o del complejo vitamínico B (como la tiamina o el ácido fólico), se han involucrado en trastornos de la atención y de otras áreas cognitivas.

El déficit de vitamina D también se ha demostrado como de importancia en el desarrollo de deterioro cognitivo en fases iniciales. Además, el consumo de omega 3 y omega 6 en pacientes de mediana edad se cree que influye de forma significativa en el menor desarrollo de deterioro cognitivo.

Estos déficits vitamínicos son especialmente habituales en personas de mayor edad que por dificultades para cocinar, por apetencia o incluso dificultades en la masticación, van teniendo cada vez una dieta más restringida a nivel de ciertos alimentos. Su dieta es, en muchas ocasiones, incompleta en nutrientes esenciales que son fundamentales para el buen funcionamiento del organismo. No solo existirá afectación de las funciones cerebrales, sino que puede existir afectación a otros niveles como en el equilibrio o la movilidad de las piernas.

 

Otras causas del deterioro cognitivo

 

Otras causas de deterioro cognitivo son las de origen infeccioso. Algunas patologías, como la tuberculosis, neurosífilis, la enfermedad de Lyme, el VIH o la brucelosis pueden producir afectación a nivel cerebral a lo largo de su evolución. En algunos casos esta afectación podrá mejorar tras tratar la infección que la está causando, mientras que, en otros casos, la afectación será irreversible a pesar de que se pueda curar la causa infecciosa.

 

Los tumores cerebrales también pueden ser causantes de deterioro cognitivo. A veces, además de existir un tumor, se junta con los efectos secundarios producidos por la quimioterapia, lo que puede incrementar la sintomatología y producir un empeoramiento más rápido.

 

Por último, no podemos olvidar mencionar una causa muy frecuente y habitual como es la originada por fármacos. En muchas ocasiones los pacientes toman muchos fármacos para sus patologías previas, lo que puede afectar al normal funcionamiento cognitivo. Esto ocurre, sobre todo, con psicofármacos (benzodiacepinas, antidepresivos, ansiolíticos, hipnóticos y antiepilépticos), pero también con diuréticos e hipotensores por disminución del flujo cerebral.

 

Por todo esto, tal y como hemos visto, no todos los problemas de memoria son originados por la enfermedad de Alzheimer, sino que existen muchas otras entidades capaces de provocar un deterioro cognitivo. Ante una sospecha de deterioro cognitivo o de pérdida de funcionalidad, es fundamental acudir al neurólogo, quien realizará una historia clínica completa y, en ocasiones, necesitará la realización de pruebas complementarias (como una resonancia magnética o un electroencefalograma). Así, se llegará a un diagnóstico lo más certero posible que indique la causa del deterioro cognitivo y se podrá poner el tratamiento adecuado, pudiendo en muchos casos existir una mejora del funcionamiento cerebral.

 

 

 

Sobre el autor

Dra. Isabel Bustamante

Neuróloga del Equipo Clínico de ATAM

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