Significado y sentido de la salud mental

EQUIPO CLÍNICO DE ATAM

El psiquiatra holandés Jim van Os ha llamado la atención recientemente sobre la necesidad de repensar los conceptos fundamentales sobre los que se ha construido la salud mental y sus tratamientos. Se plantea van Os que el modelo del futuro debe incluir un aspecto existencial y, dentro de este, incluir lo relativo al sentido de la existencia humana.

Naturalmente esta aproximación no es completamente nueva. El gran filósofo y Premio Nobel británico Bertrand Russel hace un planteamiento similar en su libro la conquista de la felicidad.

Pero quizás haya sido el psiquiatra Víctor Frankl, sobreviviente a un campo de concentración nazi, quien más explícito ha hecho este tema en su famoso libro “El hombre en busca de sentido”. Frank argumenta en su libro que los que sobrevivieron al campo de concentración fueron los que le dieron un sentido a tanto sinsentido, y que esto es una labor individual, interna y subjetiva.

 

Experiencias cumbre

 

«Experiencia cumbre» es un concepto desarrollado por el psicólogo Abraham Maslow en su teoría de la motivación y la jerarquía de necesidades. Maslow es conocido por su famosa «Pirámide de Maslow», que representa una jerarquía de necesidades humanas. En la cima de esta pirámide se encuentra la autorrealización, que es el nivel más alto de desarrollo personal y espiritual.

La «experiencia cumbre» se refiere a momentos en la vida de una persona en los que se siente plenamente realizada, satisfecha y en sintonía consigo misma y el mundo que la rodea. Estas experiencias son momentos de profundo significado y trascendencia, y a menudo se describen como estados de «éxtasis» o «felicidad suprema». En estas experiencias, las personas pueden sentirse completamente inmersas en lo que están haciendo, sin preocupaciones ni miedos, y pueden experimentar una sensación de conexión con algo más grande que ellas mismas.

Maslow creía que la búsqueda de la autorrealización y de las experiencias cumbre era un aspecto fundamental de la naturaleza humana y que estas experiencias podían ser catalizadoras para el crecimiento personal y espiritual. Consideraba que las personas que habían experimentado la autorrealización y las experiencias cumbre eran individuos excepcionales y que estas experiencias eran una fuente de inspiración y motivación para los demás.

Es importante destacar que las experiencias cumbre pueden variar ampliamente de una persona a otra, y lo que constituye una experiencia cumbre para una persona puede no serlo para otra. Pueden incluir actividades como la creatividad artística, la meditación, la comunión con la naturaleza, el logro de metas personales significativas, la intimidad profunda en las relaciones y otros momentos en los que se experimenta una sensación de plenitud y significado.

En resumen, la «experiencia cumbre» en la teoría de Maslow se refiere a momentos de profundo significado y satisfacción que ocurren cuando una persona alcanza la autorrealización y se siente en armonía consigo misma y el mundo que la rodea. Estas experiencias pueden ser poderosas fuentes de crecimiento personal y espiritual.

 

Identidad, fragilidad y desconexión social

 

Ignacio Aizpún describe en su libro “ EL tercer estadio “ lo siguiente:

 “En las sociedades más desarrolladas asistimos a la emergencia de cuatro grandes pandemias que responden a las siguientes expresiones: (crisis de) identidad, fragilidad, fragmentación y desconexión social. En el fondo estamos impactando sobre aquellos rasgos más definitorios de la naturaleza humana; nuestra condición de seres relacionales”

 

A continuación, Aizpún propone la hipótesis de que el cambio en la forma de relacionarnos puede alterar mecanismos ancestrales radicados en nuestro ser, lo cual a su vez puede llevar al ser humano a enfermar.

Después de llevarnos por un interesante recorrido por la mente y su papel en la homeostasis y la adaptación de la actividad mental a las condiciones ambientales, llega a la siguiente conclusión:

 

“El ser humano ha enfermado y su cura no es posible con planteamientos simplistas. Urge extender un modo de pensamiento sistémico a la hora de abordar el rompecabezas de la salud. Será preciso un ambicioso movimiento de innovación social que habrá de tener implicaciones tecnológicas y económicas, pero también científicas, sociales culturales, organizativas, logísticas, metodológicas. Igual que las sociedades industriales se dotaron de las instituciones y el ordenamiento social necesario para paliar lo efectos del industrialismo, las sociedades actuales tienen la asignatura pendiente de desarrollar las instituciones acordes con el actual momento de desarrollo tecnológico que vive la humanidad”

 

Algunas conclusiones

 

Aunque la extensión de este pequeño ensayo no permite desarrollar excesivamente el tema, sí que se puede postular que existe un movimiento internacional, una especie de inconsciente colectivo de diferentes pensadores e instituciones que están percibiendo cambios fundamentales en la forma que el ser humano vive después del cambio tecnológico y social que nos ha tocado experimentar. También hay ya propuestas concretas para abordar temas tan importantes que afectan a la intimidad y a la esencia del ser humano y que necesitan respuestas claras e informadas.

Quizás en los próximos años seamos testigos de la implementación de cambios en la línea de lo apuntado anteriormente y podamos cristalizar muchas de las intuiciones premonitorias que los precursor de este movimiento han tenido.

Sobre el autor

Dr. José Antonio García

Psiquiatra del Equipo Clínico de ATAM

© Atam para el Apoyo Familiar 2020