Todo sobre las terapias psicológicas

La psicología es un servicio sanitario muy extendido, pero aún sigue siendo algo desconocido para muchas personas. Dentro de esta ciencia, se encuentra la Psicología Clínica. Su finalidad es el diagnóstico y resolución de problemas de salud mental, conductual y emocional. También es fundamental para el tratamiento y la prevención de los mismos. Por ello, las terapias psicológicas son claves para que el individuo posea las herramientas necesarias para su vida.

Historia de los tratamientos psicológicos

Los tratamientos psicológicos son tan antiguos como la medicina. Ya en la antigua Grecia se utilizaba las curaciones ceremoniales en los templos, equiparables a un tratamiento psicológico de nuestros días.

En el siglo XVIII las terapias psicológicas evolucionan con el desarrollo de la hipnosis.

El médico Antón Mesmer (1734-1815) cuestionó la práctica de “expulsar demonios”. Propuso una teoría basada en que el magnetismo podía influenciar el cuerpo humano, donde el efecto terapéutico se basaría en la fuerza de magnetismo animal del terapeuta. El término mesmerismo fue reemplazado por hipnosis por el médico británico James Braid. Él pensaba que los problemas tratados estaban relacionados con el sueño.

La hipnosis como tratamiento fue retomado en Francia por el neurólogo Jean -Marie Charcot (1825-1893), quien trató a muchas pacientes que sufrían de histeria y reconoció que funcionaba por sugestión. Freud estudió hipnosis con Charcot y utilizó esta técnica con sus pacientes en Viena. De aquí surgió el psicoanálisis, que ha tenido una enorme influencia no solo en Europa, sino también en Norte América debido a la llegada de refugiados judíos huyendo del Nazismo en la II Guerra Mundial.

Otras tendencias importantes a mencionar son el conductismo, el cognitivismo y las terapias psicológicas de tercera generación.

Factores comunes a las terapias psicológicas

Aunque existen muchos tipos de terapias psicológicas diferentes, todas tienen en común algunas características. Es necesario el establecimiento de una relación terapéutica entre el paciente y el médico, donde la escucha sea activa. Se debe producir una liberación de emociones por parte del paciente que permitirá que se produzca una restauración de la moral. En todo tratamiento se debe aportar información por parte del paciente, explicando los problemas que presenta. La misión del profesional es aportar consejo y ser su guía, aportando sugerencias para mejorar la situación.

Clasificación de las terapias psicológicas

Como hemos señalado anteriormente, existen muchas terapias de diferente naturaleza. Algunos ejemplos son la terapia de apoyo, terapia de intervención en crisis, terapia interpersonal o la terapia cognitiva.

Además, las terapias psicológicas atendiendo a la técnica utilizada, se pueden clasificar en varios tipos. Existen las eclécticas, psicodinámica, terapia cognitiva, teoría sistémica, terapia individual, terapia de pareja, terapia de familia o terapia de grupo.

De todas ellas la terapia más popular es la cognitivo-conductual. Es una de las más eficaces en la práctica clínica.

Terapia cognitiva-conductual

La terapia cognitivo -conductual (TCC), fue desarrollada por A. T. Becks en USA. Él tenía la percepción de que el psicoanálisis no era efectivo tratando las depresiones. Beck se dio cuenta que las personas que sufrían de depresión tenían unos patrones de pensamiento comunes. Estos se podían modificar y ayudar a resolver el problema.

Las características principales de este tipo de terapia psicológica son:

-El paciente es un actor activo en el proceso terapéutico.

-Al utilizar la técnica de preguntas socráticas para cuestionar los pensamientos y actitudes disfuncionales.

-Se estudian los factores precipitantes y perpetuantes que inciden en la situación.

-Si se pone atención en la forma de pensar del paciente.

Algunos de los casos donde suelen utilizarse este tipo de terapias psicológicas son:

– Cuando el paciente sobregeneraliza: “Como él no me quiere ya nadie me amará en el futuro”

– La abstracción selectiva: La persona se centra en un solo aspecto desfavorable de una situación.

–  Cuando se tiende a personalizar: Culparse por las acciones de otros.

– Si existe una aproximación a todo o nada: ver las situaciones o las personas o blanco o negro.

La TCC puede ser evaluada desde el punto de vista de la medicina basada en la evidencia. Este tipo de terapia ha mostrado su eficacia en diferentes situaciones clínicas. Estas incluyen trastornos depresivos, ansiedad, trastorno de la alimentación y psicosis, entre otros.

Finalmente, vale la pena mencionar la última generación de terapias, como el mindfulness. Ha integrado también aspectos de terapia cognitiva con técnicas budistas de meditación. Esto ha dado lugar a una nueva terapia llamada terapia basada en la compasión, que está teniendo resultados prometedores en grupos de personas que han sufrido situaciones traumáticas en la infancia.