Si hay algo que caracteriza a la Navidad son los excesos. Excesos a la hora de comer y beber. Son fechas en las que parece que hay que comer hasta no poder más. Comemos mucho más de lo que necesitamos, es algo cultural.
¿Quién no tiene algún conocido que haya tenido una indigestión en plenas Navidades que le haya aguado las fiestas? Es algo que desgraciadamente sucede mucho y que este año debemos cambiar por el bien de nuestra salud.
Elegir comidas saludables esta Navidad
Durante la Navidad es habitual que sustituyamos las comidas saludables por otros alimentos menos convenientes. Solemos abandonar el ejercicio y abusamos del alcohol y de alimentos con muchas grasas y calorías. Esto puede traer consecuencias negativas para nuestro organismo. Por ejemplo: el aumento de colesterol, el incremento de azúcar en sangre, subidas de tensión, elevación de los niveles de ácido úrico y por supuesto, aumento de peso. Todo ello eleva el riesgo de tener un problema cardiovascular, hipertensión o diabetes.
Por ello, debemos poner de nuestra parte para intentar mejorar nuestros hábitos en estas fechas. Es imprescindible seguir una dieta variada y equilibrada y no abusar de los alimentos calóricos, y tratar de valorar esto a la hora de realizar y planificar nuestras compras.
Los alimentos que debemos tomar preferentemente esta Navidad son:
– Frutas y verduras. Estos deben ser los alimentos prioritarios ya que nos aportan vitaminas y minerales.
– Proteínas. Incluir alimentos como la carne, el pescado, los huevos o las legumbres que nos ayudan a fortalecer nuestro sistema inmunitario, es fundamental en época de frío. Eso sí, siempre sin abusar.
– Hidratos de carbono. Estos debemos tomarlos con mucha moderación, y si son integrales, mucho mejor. Arroz, pasta, cereales, patatas.
Además es importante no excedernos en las cantidades. Lo ideal es realizar cinco comidas al día. A ser posible cocinando los alimentos al horno, al vapor o a la plancha, y evitar las salsas que tienen un gran aporte calórico. También debemos prescindir en la medida de lo posible del alcohol, los fritos y los dulces. Sabemos que en Navidad es difícil resistirse a turrones y polvorones, pero hay que tomarlos como algo excepcional.
Ejercicio y Navidad
Otro de los malos hábitos que solemos realizar en esta época del año es que dejamos de lado la actividad física. El frío y el ambiente festivo son la excusa perfecta para no hacer el ejercicio que sí hacemos durante el resto del año. Es precisamente en esta época cuando más falta hace para quemar las calorías de más.
Una buena opción para realizar este necesario ejercicio es salir a pasear entre 30 minutos y una hora. Esto te ayudará a hacer mejor la digestión y te vendrá bien tomar aire fresco. Si además paseas en compañía, te resultará mucho más agradable.
En conclusión, podemos (y debemos) disfrutar de las fechas navideñas sin descuidar nuestra salud. Recuerda comer sano, huir de los excesos y practicar siempre un poquito de ejercicio. ¡Felices Fiestas!
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Equipo Clínico