Adicción a las nuevas tecnologías

EQUIPO CLÍNICO DE ATAM

Los dispositivos tecnológicos están presentes en nuestras vidas con el fin de facilitar y mejorar nuestras actividades diarias. Esta interacción con la tecnología se ha incrementado exponencialmente en los últimos años, llegando a vivir en un mundo hiperconectado. Pero, si no se utilizan con control, podríamos correr el riesgo de sufrir adicción a las nuevas tecnologías.

En la actualidad, pasamos conectados a internet varias horas al día por medio de diferentes dispositivos electrónicos. Por ejemplo, ordenadores, móviles, tablets, smartwatch, etc.  ya sea por temas laborales, educativos u ocio.

Las nuevas tecnologías han generado un cambio de paradigma en nuestra sociedad. Han modificado nuestra manera de interactuar con otras personas y proporcionado acceso a una cantidad inimaginable de información.

 

¿Cuándo podemos hablar de adicción?

 

La adicción a las nuevas tecnologías pertenece al grupo de las “adicciones sin sustancia”. No existe sustancia física como tal, sino que se produce debido a un uso excesivo de uno o varios dispositivos electrónicos.

Esta adicción se caracteriza por una gran necesidad de utilizar un dispositivo electrónico e ir incrementando, progresivamente, su necesidad de uso y disminuyendo la capacidad para controlar el tiempo empleado. Como en otras adicciones, existe un malestar emocional si la persona no puede utilizar el dispositivo, lo que se conoce como síndrome de abstinencia.

La interferencia que tiene en la vida cotidiana de una persona determinará el abuso que realiza la persona. Asimismo, la persona que padece la adicción es difícil que lo catalogue como una situación problemática, al igual que ocurre con otras adicciones.

 

Tipos de adicciones a las nuevas tecnologías:

 

  • Internet. El uso de internet es muy sencillo, accesible a prácticamente cualquier persona y con posibilidades ilimitadas. Por lo que es relativamente sencillo abusar de esta herramienta.

 

  • Móvil. El teléfono móvil o smartphone es un dispositivo con el que podemos hacer gran variedad de cosas: escuchar música, ver videos, navegar por internet, comunicarse, utilizar redes sociales, hacer fotos y videos, etc. Existe un término para describir el miedo irracional a estar sin el móvil o no poder utilizarlo, llamado nomofobia.

 

  • Videojuegos. El uso de videojuegos es una de las formas de ocio preferidas por niños y adolescentes. Por lo que está socialmente aceptado el usarlo con frecuencia y realizar encuentros para jugar en grupo de manera remota. Se suele mejorar con la práctica, por ello es fácil aumentar las horas de práctica con el fin de superar al resto, causando satisfacción por conseguir retos y desafíos. Existe un refuerzo social que incrementa su uso. Este consiste en sentirse integrados por jugar al juego de moda.

 

Todas ellas tienen unas características comunes:

  • Necesidad de conectarse, utilizar el dispositivo o jugar con mayor frecuencia de manera progresiva.
  • Malestar o irritabilidad cuando se interrumpe la actividad o se lleva un tiempo sin utilizarla.
  • Dificultad para desconectarse, ocasionando problemas de conducta, concentración o irritabilidad que pueden afectar a las relaciones familiares.
  • Interfiere con otras actividades como deberes, concentración, comida, sueño, etc.
  • Provoca problemas con el entorno por dedicar demasiadas horas. Puede ocasionar problemas de aislamiento o dificultades para salir a la calle.
  • Se produce una pérdida de interés por otras actividades.

 

Formas de evitar la adicción a las nuevas tecnologías

 

Para poder actuar en las adicciones a las nuevas tecnologías (como en cualquier otro tipo de adicción) debemos hacer un especial esfuerzo en la prevención. El objetivo es evitar la aparición de riesgos para la salud del individuo, de la familia y de la comunidad. Implica actuar para que un problema no aparezca o, si ya lo ha hecho disminuir sus efectos.

Existen tres tipos de prevención. En todos ellos se debe trabajar siempre en coordinación con las personas que tienen relación con la persona afectada (padres, profesores y otros profesionales, si los hubiera).

 

 

El uso de las nuevas tecnologías no es algo nocivo en sí, como lo demuestran muchas buenas prácticas y beneficios en nuestros mayores. Pero es importante recordar que, si detectamos un posible riesgo o problema, solicitar ayuda es imprescindible. Para ello, el Equipo Clínico de ATAM pone a su disposición los distintos profesionales especialistas en estas adicciones con el fin de abordar, prevenir y fomentar un uso responsable de las nuevas tecnologías.

 

Sobre el autor

Miguel Ángel Blázquez

Psicólogo del Equipo Clínico de Atam

© Atam para el Apoyo Familiar 2020