Concentración: ¿por qué nos cuesta mantener la atención?

EQUIPO CLÍNICO DE ATAM

La atención es una de las funciones cognitivas más básicas de nuestro sistema cognitivo, y es esencial en nuestro funcionamiento diario. Permite orientar nuestro foco hacia los estímulos relevantes. Es necesaria en el análisis de la información y su posterior procesamiento. Es fundamental para hacer una adecuada toma de decisiones y ante la solución de un problema y permite adecuar nuestra conducta a las necesidades del entorno. Por lo que su funcionamiento está directamente vinculado con nuestro nivel de competencia.

El mundo hiperconectado en el que vivimos pone a prueba constantemente nuestra capacidad para mantenernos concentrados y focalizados en la tarea que estamos realizando. Estar concentrados en una actividad compleja parece cada vez más difícil y esto se debe a que nuestro sistema atencional es limitado.

La multitarea, que puede darnos una falsa creencia de productividad, satura nuestro sistema atencional. En vez de dirigir sus recursos a la tarea que tenemos presente, se desgasta evitando las múltiples interferencias que tenemos en nuestro día a día. Tanto por aquellas internas, cuando divagamos sobre nuestras preocupaciones u otras tareas pendientes o aquellas que provienen del exterior, como las notificaciones invasivas que recibimos en nuestros correos o teléfonos móviles.

Cuando nuestra atención tiene que estar seleccionando y controlando las interferencias se produce lo que conocemos como Fatiga cognitiva. Da lugar a un enlentecimiento o sensación de embotamiento que hace que no podamos mantener un esfuerzo mental sostenido.  Es posible que empecemos a tener la sensación de que el esfuerzo que realizamos no se corresponde con el rendimiento que esperamos y esto además puede generarnos más estrés y ansiedad.

 

Consejos para mantener la atención

 

Para evitar esta saturación de nuestro sistema atencional, podemos tomar algunas medidas de que nos ayuden a controlar todas las interferencias que nos llegan:

 

  1. Saber que nuestro cerebro necesita desconectar de vez en cuando puede motivarnos para buscar momentos de desconexión digital. Intenta realizar actividades que te ayuden a descargar la mente a la vez que estimulan la atención, como puede ser hacer ejercicio, meditación, lectura, dar un paseo por la naturaleza…etc.
  2. Haz un control activo de la multitarea e intenta evitar su uso de manera constante. Programa las actividades que debes realizar y busca un hueco para cada una de ellas de tal forma que puedas ofrecer un espacio individual a cada tarea.
  3. Controla el uso constante del móvil. Sé consciente del tiempo de uso que haces del móvil y reprograma el tiempo que consideras adecuado usarlo. Puedes poner alertas que te avisen cuando excedes esa cantidad de tiempo.
  4. Desactiva las alertas y las notificaciones del móvil. Así evitarás las interferencias que producen y que interrumpen tu actividad diaria.
  5. Cuida el sueño. Evita usar dispositivos 2 horas antes de dormirte e intenta dormir una cantidad de sueño que sea reparadora para ti, aproximadamente 7-8 horas.

 

La detección temprana de problemas relacionados con la atención es determinante para poder anticiparnos al problema y reducir su impacto nuestra vida. En el Equipo Clínico de ATAM hemos implementado una herramienta de evaluación que a través de un sistema de realidad virtual que detecta los problemas relacionados con la atención. Todas aquellas personas mayores de 16 años que tengan problemas de atención o dificultades para mantenerse concentrados pueden realizar esta prueba de la mano de nuestros neuropsicólogos expertos en el procesamiento cognitivo. El fin es identificar dificultades y obtener pautas eficaces para mejorar el rendimiento de la atención.

 

En el milenio de la conectividad y los estímulos, de vez en cuando hay que volver a aprender a parar para retomar el foco.

 

Sobre el autor

María Laorden

Neuropsicóloga del Equipo Clínico de ATAM

© Atam para el Apoyo Familiar 2020