La miopía es una patología muy habitual en nuestra sociedad. Se trata de un problema de la refracción o graduación del ojo que se manifiesta cuando el paciente percibe borrosos los objetos lejanos.
Esto se debe a que la imagen se forma delante de la retina, bien porque la córnea, el cristalino o ambos son muy potentes, o bien porque la longitud anteroposterior del ojo es mayor de lo normal, es decir, el ojo es más largo de lo que debería.
Además de la miopía, los otros defectos de refracción más comunes son la hipermetropía y el astigmatismo. Este último puede estar presente junto con hipermetropía o miopía (y complicarlo todo un poco más).
De todos ellos, la miopía es el más frecuente, afectando a un 23% de las personas, pero su prevalencia aumenta progresivamente. Se calcula que en 2050 el 50% de la población será miope. Aún así, las cifras más llamativas se centran en Asia donde se calcula que el 85% de la población en Corea del Sur y el 65% en China tienen miopía. Unos datos que continúan en ascenso.
Tipos de Miopía
Podemos dividir los tipos de miopía en dos grupos:
- Miopía simple: La graduación no sobrepasa las 5 ó 6 dioptrías y es de evolución limitada hasta los 22 o 24 años.
- Miopía patológica: también llamada miopía magna y miopía progresiva. La graduación sobrepasa las 6 dioptrías, se cree que está causada por una alteración en el desarrollo del segmento posterior del ojo.
Además, el ojo miope tiene más riesgo de padecer catarata, glaucoma, desprendimiento de retina y maculopatía. El riesgo es mayor en las miopías más altas, de ahí la importancia de poder controlar el aumento de la miopía en la medida de lo posible y estar siempre en contacto con el especialista.
Causas frecuentes de la Miopía
Hasta ahora, la hipótesis más aceptada era que la miopía es hereditaria, pero aunque la genética tiene su importancia, últimamente se valoran mucho los factores ambientales y los hábitos de trabajo en cerca.
El enfoque cercano o acomodación, se realiza a través del músculo ciliar, que modifica la potencia del cristalino. Cuanto más cerca colocamos el objeto, mayor debe ser la contracción de dicho músculo. Si permanecemos mucho rato enfocando a una determinada distancia cercana, es posible que el músculo se quede contraído y luego nos cueste enfocar de lejos. Es lo que se conoce como espasmo de acomodación, y es frecuente en niños pequeños, en los que se aprecia mala visión de lejos por aparente miopía. Cuando se relaja al músculo mediante un colirio que dilate la pupila, se comprueba que no existe tal miopía y la visión vuelve a la normalidad. Por eso suele recomendarse realizar descansos de unos minutos cuando llevamos 40 minutos trabajando de cerca.
En nuestra sociedad tecnológica es cada vez mayor el número de niños, adolescentes y adultos que incrementan el tiempo de trabajo de cerca ante teléfonos móviles, computadoras, pantallas de TV, tabletas digitales y otros instrumentos. Por lo tanto, es posible prevenir la aparición de la miopía relacionada con malos hábitos de trabajo de cerca.
¿Cómo tratar la miopía?
A lo largo de la historia son muchas las maniobras terapéuticas que se han llevado a cabo para intentar frenar el aumento de la miopía durante la infancia.
Se ha demostrado científicamente que:
– No funciona usar gafas con menos graduación de la que necesita el niño para evitar la progresión de la miopía.
– Probablemente no funciona: gafas de tipo bifocal o progresivo y las lentes de contacto.
– Podría funcionar: ortoqueratología (uso de lentes de contacto nocturnas), aunque se han descrito un centenar de casos de queratitis microbiana severa. El índice de complicaciones no justifica su “posible” beneficio.
En los últimos años se ha demostrado en varios estudios realizados en la población asiática la utilidad del colirio de atropina para disminuir la progresión de la miopía en niños entre 5 y 15 años, con miopía mayor de 0.50 dioptrías y aumento de más de media en el último año.
La atropina actúa dilatando la pupila y paralizando el músculo ciliar y por tanto el enfoque. Para el tratamiento de la miopía, se utiliza un colirio diluido al 0.01%, instilando 1 gota en cada ojo al acostarse. La concentración es tan baja que no se aprecian los efectos indeseados tales como dilatación de pupila o dificulta de visión cercana, pero sí dificulta la lectura muy próxima evitando la contracción del músculo por lectura mantenida.
Los estudios han demostrado una reducción de la progresión en al menos el 50% de los pacientes tratados durante 2 años. Debe realizarse el colirio como fórmula magistral en la farmacia y se recomienda valoración en la consulta cada 3-6 meses.
Recomendaciones útiles para cuidar de nuestra salud visual
Podemos intentar mejorar nuestros hábitos visuales, sobre todo en la infancia, para intentar evitar la progresión de la miopía por factores ambientales.
Así, es importante:
- Fomentar las actividades al aire libre: cuanto más tiempo pasan en el exterior, menor es la asociación con miopía.
- Limitar en la medida de lo posible las horas que dedican al trabajo visual de cerca, sobre todo en distancias cortas (menores a 30 cm.)
- Realizar descansos frecuentes, al menos cada 45 minutos.
Es recomendable realizar una revisión oftalmológica periódica para valorar el aumento de la miopía en los niños ya diagnosticados. Tu oftalmólogo te recomendará siempre el mejor tratamiento y siempre es importante atender a las recomendaciones para cuidar de esta patología y de otras muy comunes para preservar la salud de nuestros ojos.
Sobre el autor
Dra. Teresa Gómez
Oftalmóloga de Equipo Clínico de ATAM