El cerebro maternal

EQUIPO CLÍNICO DE ATAM

El embarazo es una etapa en la vida de las mujeres que conlleva grandes cambios físicos y hormonales. Es importante destacar que todas las mujeres experimentan diferentes cambios durante el embarazo y que algunos de estos pueden ser más pronunciados en algunas que en otras.

 

Cambios físicos en el embarazo

 

Algunos de los cambios más comunes en la salud materna incluyen:

  • Aumento de peso: Es normal que una mujer aumente de peso durante el embarazo. Este aumento de peso se debe al crecimiento del feto, la placenta, la sangre y los fluidos corporales, así como a las reservas de grasa y tejido mamario.
  • Cambios en la figura: La tripa se agranda y la postura puede cambiar debido a los cambios en el centro de gravedad.
  • Cambios en los senos: Los senos pueden aumentar de tamaño y sentirse más sensibles debido a la producción de hormonas.
  • Fatiga: La fatiga es común durante el embarazo debido a los cambios hormonales y a la demanda adicional de energía del cuerpo.
  • Cambios en el apetito: Algunas mujeres experimentan cambios en su apetito durante el embarazo, ya sea un aumento o una disminución.
  • Dolor de espalda: El aumento de peso y los cambios en la postura pueden causar dolor de espalda.
  • Hinchazón: La hinchazón es común durante el embarazo debido a la retención de líquidos.
  • Cambios de humor: Los cambios hormonales durante el embarazo pueden afectar el estado de ánimo de la mujer, causando ansiedad, estrés, irritabilidad o cambios de humor.

 

Los cambios hormonales en el cerebro maternal

 

El proceso de transición a la maternidad tiene como objetivo adaptar el cuerpo por lo que provoca cambios psicológicos y fisiológicos con el fin de garantizar la supervivencia y el cuidado del recién nacido y de la madre.

Los cambios hormonales que acompañan a este periodo modifican prácticamente todos los sistemas y órganos del cuerpo de la mujer, y como no podría ser de otra manera, el cerebro también se modifica.

 

Cambios comunes generales

 

El cerebro maternal humano es un campo incipiente de investigación del que aún se tienen pocos resultados. Los estudios existentes realizan una comparativa con modelos animales que buscan extrapolar un factor común a los mamíferos, pero debido a la complejidad humana es muy difícil extraer patrones comunes.

Podemos encontrar dos áreas de investigación que buscan cambios comunes generales en el proceso de embarazo.

 

Estudios funcionales

 

Por un lado, los estudios funcionales que tienen como objetivo analizar la respuesta del cerebro de la madre ante estímulos presentados.

Se ha descubierto, que, si se somete a la madre a la exposición de estímulos relacionados con el bebé, se activan áreas relacionadas con el placer. Convirtiendo al bebé en un estímulo altamente llamativo y apetitivo, a partir del cual giran los pensamientos y las emociones de la madre. Estas áreas están relacionadas con conductas o comportamientos adictivos, por lo que en cierto sentido se crea una adicción al bebé con el fin de lograr aumentar su supervivencia.

Además del circuito del placer, en el cerebro maternal se activan otras áreas como el circuito de alerta y regulación emocional. El primero de ellos se activa para detectar peligros y aumentar la defensa del bebé ante peligros. El segundo se activa con el objetivo de regular las emociones propias de la madre y favorecer la interacción y regulación del recién nacido.

También se ha analizado la importancia de la red de la teoría de la mente en el cuidado. Esta red es el pilar básico de la cognición humana y la habilidad de ponerse en el lugar del otro, es decir, que permite percibir, compartir y comprender los estados mentales como la autorreflexión, empatía, contagio emocional, mentalización o el altruismo. En este periodo gestacional, se busca fomentar las habilidades de reflexión acerca de una misma para simular el estado mental de otra persona y actuar acorde a ello.

Todas estas redes suponen la creación del vínculo maternofilial.

 

Estudios estructurales

 

Por otro lado, encontramos los estudios estructurales, que buscan patrones comunes de cambios en la estructura del cerebro provocados por el paso de la gestación.

Los resultados de estos estudios han demostrado que después del embarazo el cerebro de la mujer no vuelve a ser el mismo. Esto implica cambios en el procesamiento de la información, de manera dinámica, que buscan adaptarse a las demandas de cada etapa del desarrollo del bebé.

Retomando a la etapa gestacional, se ha visto que durante la misma disminuye el tamaño de la sustancia gris cerebral. Esto no ocurre de manera aleatoria en el cerebro, sino en zonas clave para la teoría de la mente y no tiene afectación a nivel cognitivo. Se ha descubierto que las madres con mayores cambios cerebrales son las que desarrollan un mejor vínculo maternofilial y menor hostilidad hacia el bebé.

En conclusión, el embarazo supone una reorganización cerebral dirigida a afrontar los retos de la maternidad, lo que se conoce como «cerebro maternal». Los cambios en el sistema límbico están implicados en la sensación de enamoramiento madre-bebé y el altruismo maternal. Es muy importante la psicoeducación en este ámbito ya que puede aliviar el estrés generado por los cambios detectados por la propia madre y anticipar otros futuros.

Sobre el autor

Miguel Ángel Blázquez

Psicólogo del Equipo Clínico de Atam

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