EMDR (denominado así por sus siglas en inglés que corresponden al término “Desensibilización y Reprocesamiento mediante Movimientos Oculares”), es un abordaje psicoterapéutico basado en el sistema fisiológico de procesamiento de la información que se encarga de elaborar y almacenar los recuerdos de una forma accesible y funcional.
Este modelo defiende que las experiencias traumáticas y/o altamente estresantes se pueden almacenar en forma de recuerdos disfuncionales a causa del impacto emocional de la propia experiencia. Mediante el trabajo realizado con la terapia EMDR se puede ayudar a reducir los síntomas provocados por recuerdos perturbadores de las experiencias de vida que pueden haber contribuido al desarrollo de estos trastornos.
Existen numerosas investigaciones sobre EMDR que han demostrado que los síntomas de las víctimas de un trauma desaparecen en pocas sesiones. También lo recogen las principales guías de instituciones como la Asociación Americana de Psiquiatría y de Psicología.
El EMDR es aplicable con resultados positivos en distintas problemáticas:
¿Cómo funciona la terapia EMDR?
En su desarrollo, tanto el paciente como el terapeuta buscan las experiencias clave de la vida de la persona que conectan con el problema actual. Para ello se accede a recuerdos, creencias, emociones y sensaciones, realizando una conceptualización del problema y estableciendo unos objetivos o dianas. Una vez realizado este proceso, se trabaja directamente con esas dianas ayudando al cerebro a desbloquear la información, procesarla e integrarla.
Se utilizan varios elementos para trabajarlo, pero el principal son los movimientos oculares y la estimulación táctil alterna.
¿Por qué funciona?
Existen varias hipótesis que han puesto de manifiesto el funcionamiento y la eficacia del EMDR. La primera de ellas lo relaciona con los movimientos oculares que tienen lugar en la fase REM de su sueño y su implicación en la resolución de problemas y dificultades. La segunda de ellas describe la implicación de los movimientos oculares en el sistema nervioso autónomo (sistema que regula la activación y relajación). Ayuda a regular una experiencia adaptiva y regulada ante un recuerdo o experiencia traumática. La tercera de ellas está relacionada con el efecto de los movimientos oculares en la memoria, en concreto la memoria de trabajo, facilitando un reprocesamiento adaptativo.
A pesar de que las hipótesis sobre la causa de su funcionamiento no se han convertido en teorías, lo que si se ha demostrado científicamente es la eficacia de esta intervención y su efectividad en las distintas patologías antes mencionadas
EMDR no es solo mover los ojos
El movimiento ocular es solo una pequeña parte del proceso terapéutico que tiene lugar con EMDR. El protocolo de trabajo con EMDR comprende 8 fases que deben ser trabajadas de manera sistemática y estandarizada. Todo lo que tiene lugar en dichas fases, es imprescindible para poder superar la problemática deseada.
El terapeuta es el encargado de filtrar y seleccionar toda la información proporcionada por el paciente estableciendo los objetivos a trabajar y supervisar el desarrollo del proceso e interviniendo cuando resulte necesario. Este es un proceso específico e individual para cada persona, ya que tiene que adaptarse a las características de la misma. Como en todo tipo de terapias y tratamientos, la elección de un profesional con experiencia y en el que se confíe es fundamental.
Sobre el autor
Miguel Ángel Blázquez
Psicólogo del Equipo Clínico de Atam