En ocasiones vemos algo oscuro con forma de puntos o rayas en nuestro campo visual. Este fenómeno se conoce en oftalmología como miodesopsias y vulgarmente como “moscas volantes”.
Puede aparecer a cualquier edad, incluida la niñez, aunque es más frecuente que aparezcan durante la vida adulta y vayan a más con la edad.
Se deben a pequeñas opacidades que se forman en el humor vítreo, un líquido viscoso o gelatinoso que rellena el globo ocular por detrás del cristalino. A lo largo de la vida su composición va cambiando y las proteínas se condensan formando pequeños corpúsculos flotantes. Una vez que aparecen están siempre ahí, pero sólo los percibimos cuando miramos hacia un fondo claro, por ejemplo una pared blanca, el cielo, un papel, etc. Se debe a que lo que realmente percibimos es la sombra que proyectan esos cuerpos flotantes sobre la retina cuando son atravesados por la luz. Por ello necesitamos que haya contraste con el fondo.
¿Cómo nos afectan las miodesopsias?
Al mover el ojo nos acompañan dando la impresión de movimiento por el campo visual pudiendo parecer de que en realidad están fuera del ojo.
En ningún caso modifican la visión del paciente ni su graduación (número de dioptrías), aunque sí pueden resultar muy molestos al leer o conducir si nos fijamos en ellos, porque producen una neblina local. Se aconseja dejar de perseguirlos y cambiar el enfoque a otra distancia para perderlos de vista.
Si su aparición es brusca, sobre todo en relación con traumatismos, debemos acudir al oftalmólogo, puesto que en estos casos pueden deberse a restos de sangre flotando en el vítreo e incluso a rotura retiniana.
También pueden aparecer de forma brusca sin traumatismo asociado sobre todo en personas mayores de 60 años o en miopes de alta graduación. En estos casos suelen deberse al desprendimiento de la parte posterior del humor vítreo que normalmente va adherido a la retina por una membrana. Con los años o en los ojos muy alargados de los grandes miopes, el vítreo tiende a colapsarse hacia delante. Durante este proceso, es común ver además destellos luminosos dentro del ojo debidos a la tracción del vítreo sobre la retina cuando intenta desprenderse. Es el momento de máximo riesgo de rotura retiniana y posibilidad de desprendimiento de retina.
Por tanto, ante la aparición brusca de moscas volantes, siempre debemos acudir para un examen oftalmológico. Como en cualquier otra dolencia, el especialista es el que mejor puede ayudarnos.
Hay que tener presente que las miodesopsias no tienen tratamiento, es decir, que se van a quedar dentro de nuestro ojo y deberemos adaptarnos a ellas.
En ocasiones, sobre todo si se deben a hemorragia vítrea o se asocian a desprendimiento de retina, puede hacerse una vitrectomía. Se trata de una cirugía altamente invasiva y por tanto se reserva sólo a casos concretos. Consiste en vaciar el ojo de humor vítreo y sustituirlo por otro líquido.
Otro procedimiento que se realiza en ocasiones es la vitreolisis. Consiste en intentar fragmentar los cuerpos flotantes con laser y sólo está indicado en caso de grandes membranas. Se trata de dividirlas en múltiples corpúsculos más pequeños, pero en ningún caso los hacen desaparecer.
Resumiendo, no se trata en general de algo preocupante y debemos acostumbrarnos a su presencia, pero como ya hemos explicado, en caso de una aparición brusca debemos acudir al oftalmólogo. La tecnología y los avances siempre van a estar presentes a la hora de mejorar la calidad de vida de los pacientes en esta u otras dolencias, pero la opinión de nuestro médico es, sin duda, la mejor medicina.
Sobre el autor
Dra. Teresa Gómez
Oftalmóloga de Equipo Clínico de ATAM